El Mes de Evangelismo Global fue un buen momento para llegar a la gente con material evangelístico y, lo más importante de todo: con el Evangelio de Jesucristo. Los cristianos salieron a las calles y tuvieron conversaciones uno a uno con extraños. ¡Que el Señor siga usando estos esfuerzos para llevar a muchos al arrepentimiento y la salvación!