Hace dos semanas se plantó en Uganda una iglesia muy pequeña con tres personas. Así es: tres personas. Luego, la semana pasada, después de que estos tres salieron a las calles y compartieron su fe, 19 personas asistieron al servicio dominical. ¡Ese es el Espíritu Santo trabajando allí! Ese es el resultado final: ¡plante nuevas iglesias y déjelas crecer!